Entradas

Julieta

Nos reímos como hienas que no encontraron presa y se devoraron entre ellas Nos arrancamos los jeans celosos que no quieren despegarse de las piernas Nos detenemos en la textura donde el cuerpo se transforma en encaje Vos haces el amor como una muñeca con el interrumptor atascado en turbo No decis ni una palabra Mis dedos te leen Sos un poema en braille Sos la mordida que se dibuja en mi cuello Con la forma de una rosa de sangre Cómo Romeo y Julieta lo hubieran querido.

Arte

Nuestro amor es eso que vive Entre los pasillos de tu cama Y los pasillos de un museo De talento pretencioso O de cultura nacional De ambiente lavanda O de hamacas de neón De mares de piñata (Donde está prohibido saltar y tus huellas quedan grabadas en el vidrio) Y decís mi nombre El eco me invita a seguirte Y sacas una foto Cerrando un ojo para enfocar Ahí estás Sin una ciencia que te estudie El verdadero arte El que yo vine a ver El que deberían exponer Pero soy egoísta Mejor nos vamos Podemos tomar café mirando el río.

Veinte

Vos sos mis veinte años. La gravedad tibia que me mantiene imantada a tu cama. La forma en que puedo palpar cada lugar donde tus manos se escondieron en mi cuerpo. El ballet que hacen las sílabas desde que nacen, hasta que se despegan de tu lengua poniéndome apodos, y te ahogas en un suspiro que arrasa como un huracán sobre mí, sobre esa vez que dije que nunca más me iba a volver a enamorar. La habitación se prende como si estuviéramos adentro de una lámpara de lava y tus ojos persas se cierran, quizá te estoy pidiendo demasiado. La medialuna superior de tus labios no tiene curva, y cuando sonreís tu boca es un puente levadizo donde yo me balanceo, con los pies tentativamente cerca del borde. Vos te perfumas con el elíxir de las pocas cosas malas que te pasaron, tu pelo tiene todos los tonos ocres de un girasol maduro, te observo como si no pudiera tenerte. Es ilícito lo bien que te sienta el frambuesa de ese conjunto de ropa interior, te combina con el rubor que se te extiende po

Triada

Para vos I  Quererte es un acto que me toma por sorpresa, es alguien sosteniéndome las manos detrás de la espalda, es tus besos tapandome la boca, tus lunares cayendo como gotas de lluvia. Tu pelo brillando contra el sol la primera tarde que pasamos juntas, pensé que me iba a deshacer de lo linda que eras, de lo linda que sos. Todos la poesía descartable que te escribo mientras hablas, naciendo y muriendo en este mismo instante, y alguno que otra tiene la palabra magia, y no me acuerdo lo demás. Hacemos silencio porque ambas nos estamos escondiendo de cosas, pero vos te escondes en tu propia piel, te escondes en las sábanas rayadas y en cuatro paredes. Yo me escondo donde puedo, a veces en vos, aunque no te des cuenta. Para vos II Me gusta cuando te reis de algo que yo dije, porque llego a creer que podrías ser feliz conmigo, acá del otro lado del sillón, o del otro lado de la mesa. Mientras se hace tarde en tu departamento, y yo todavía no me fui, ni tampoco quiero pero tengo qué

Noctámbulos

Sujetos tácitos, chimeneas de boca abierta Prisiones cúbicas, armas sin supervisión Pasos al vacio, interfaz de autodestrucción Disciplina parental, rinocerontes de mañana Hiedra venenosa, SINTETIZADOS SOMOS. Las tres Marías, todo lo que ya no importa Conejos blancos, amor de neón La rima de tus rasgos, zapatos de charol Ruletas etílicas, neurosis ultrasecreta Panel de control, CATAPULTADOS SOMOS. Ilusión fonética, las cosas que te siguen a casa Disociación horaria, ajedrez de sexualidad Historia y filosofía, inmunológica parcialidad Polvo instantáneo, violenta juventud Realidades emergentes, DEVORADOS SOMOS.

Muñecas

Que linda lluvia para encontrarnos con los ojos cerrados Que linda lluvia para desnudarte sin intervenir la carne Que linda lluvia para que contamines mi cinismo con tu júbilo Que linda lluvia para fabricarte vestidos de origami Que linda lluvia para desglosar la etimología de tu nombre Que linda lluvia para intoxicarnos en etanol brillante Que linda lluvia, tan ingenua y tan cordial Viene en campaña de absolución y nostalgia.

Paracaídas

Me encerraron como a una mosca en un frasco. Me intimaron a hablar de todo. De mi, de las noches, de los días, de las cefaleas criminales, de los aviones de papel, de las siluetas de cuerpos extranjeros (se llevaron tu nombre), del concepto y la práctica del amor, de los cambios de estación, de la infancia esencial, del olímpico odio a mi cumpleaños, del tabaquismo secuaz, del futuro pretencioso, del manifiesto existencialista, de la felicidad universal, de la forma de coexistir del bien con el mal, de la locura, de la sanidad, de cuán lejos estaba de ambas. Permítame discrepar licenciado. Sumergieron mis demonios en bañeras de lavandina, hasta que solo quedaron niñitos sin rostros tomados de las manos, pálidos como el vacío. Ahora todo es descampado, pero afuera hay millares de girasoles creciendo altaneros, tapándolo todo. Los colores son sublimes pero están  pintados con acuarelas, destiñen hasta formar un charco blanco y negro a mis pies. Me dieron un paracaídas y me dijeron q