Entradas

Mostrando entradas de 2014

Countdowns

Al contrario de lo que mucha gente piensa, la vida no está conformada de momentos. La vida es una serie infinita de cuentas regresivas, recién en el tramo final de esas secuencias podemos encontrar el momento propiamente dicho que se reinventa a si mismo planteándose como recuerdo, adquiriendo carácter inmortal. El fin de un ciclo solo marca el comienzo de otro, reiniciándose y reiniciándonos complementariamente. Uno pensara si tiene sentido esperar, vivir esperando, vivir para esperar, esperarte para vivir. Pero la ausencia total de sentido también lo es en cierta forma, bajo su propia definición. Sobre ese absurdo nato nos sostenemos, a veces tomados de las manos, a veces dándonos la espalda, juntos con disciplina de caballitos de mar. Explorando el concepto de dependencia, sin términos, porque ya nos pertenecíamos antes de admitirlo, y como soy una psicótica diré que incluso antes de conocernos, cuando solo éramos átomos desprendiéndose del big bang, buscándonos en el medio del c...

Eso que no sabes como decirme

Todo adquiere una frialdad quirúrgica cuando te ríes de mi porque busco la felicidad y repites que la felicidad no existe, solo existe un sentimiento transitorio de menor miseria. Pensar te mata, y lo sabes, pero no te importa, y si no es porque sé que no eres tan mala hasta diría que te gusta, pero solo es vanidad. Eres capaz de destruirte con tal de demostrarme que estoy a kilómetros de ti, que por más que intente tu sabiduría viene de otro lugar, de uno que nunca voy a conocer porque para mí o se está bien o se está mal pero tu dominas tus tristezas, la geometría de las lagrimas, el ruido que hacen las cosas al romperse. Vives preparada para el final, para la extinción. Me miras como si no hay nada de mí que no hayas deducido ya, conoces la presión exacta que debe ejercer tu dedo sobre la rueda para que el encendedor prenda al primer intento, o la postura maestra donde tus senos se ven más puntiagudos, y sabes que no me alcanzara la voluntad para no prestarte atención y dibujar...

Brainstorm

Para vos esto seguirá un patrón, pero desde mi perspectiva solo son piezas de un rompecabezas desparramado en el suelo que no tengo resistencia para armar. Solo son sinapsis que tuvimos en la realidad física, cada uno de su lado, como si los que se tocaran fueran nuestros dobles de riesgo mientras las miserias anímicas estaban guardadas en nuestras cajas de Pandora. Disculpa si soy muy aguda pero mientras yo tengo moretones de todas las gamas, vos solo te quedaste con algunos cachetazos que me dejaste darte antes que tus manos de cloroformo me reprimieran, para rasparme una vez más con tu barba, con tu amor crudo, con todas esas cosas de las que mi mamá me diría que me aleje. Me pasabas tus sermones por los labios, pero todo se destilaba entre tu diastema y yo solo lo dejaba ser, te dejaba hacer, me deje caer de rodillas como una peregrina al infierno, a tu infierno, a tu piel que me hacia perecer cual enfermedad terminal. Ni Bram Stoker podría habernos escrito mejores colmillos, ...

Bifásico

Te vi venir sin saber que estabas volviendo no sé de dónde, pero me miraste y eras distinta, castigada, veterana, volvías de la guerra, de tus guerras negras. Nos robamos cosas en un sillón de una casa que no conocíamos y a mí no me importo, y a vos menos porque ni siquiera estabas ahí realmente, estabas contándole al mundo los días para dejar de verlo y me lo dijiste entre pitadas y tormentas. Pero nosotros vivíamos en un tiempo paralelo, donde éramos horriblemente eternos e íbamos a buscarnos en esos días donde no se puede mas, vos llegabas con olor a otro lugar y yo te decía que estaba bien, que había seguido con mi vida, y que conocí a una chica y que a veces hablábamos de casarnos y de alimentar palomas juntos, todo muy muy corriente mientras el universo  se dislocaba de lo lejos que estábamos. A veces mirábamos programas de trasnoche mientras todo era un incendio impar, porque mis demonios se quejan de que los tuyos se ríen de ellos, pero los tuyos son adolescentes y los...

Cancerberos

Acá donde la muerte es tan real, tan tangible. Donde todo es por demás irónico y ya no se puede ver nada, tal vez porque estamos demasiados ciegos, o es muy tarde, o porque estamos ocupados fabricando yelmos de lata con las chapitas de cerveza que tomamos esa noche, no me acuerdo cuál, pero fue una. Los edificios cambian de piel como si quisiera advertir que nada es permanente, pero nosotros ya lo sabemos y aprendimos a vivir con eso, aprendimos a sufrir con eso. Y el alba está diciendo que es tiempo de regresar o de perdernos para siempre convertidos en sal. Nos despellejamos en literatura rea, en labios que se parten por el frío o por las mordidas de los otros cancerberos o porque la noche es muy larga. La puta madre esta todo mal otra vez , te arrastro otra vez, y tenes los ojos llenos de espacio mientras te echo como a un perro como me eche a mi misma hace un tiempo porque no me puedo dar el lujo de necesitar, cuando acá adentro hay tanta pobreza de esa que no se ve, y es la p...

BANG

Te quiero en diferente, ni más ni menos, diferente. Te quiero en la oscuridad cuando nadie escucha y nadie puede opinar, o cuando se escucha mejor y más claro, y todos pueden apuntar sus dedos hacia mi sien. BANG Te quiero diciéndome que todo está bien, mientras tus cejas azabaches me estudian desde el rincón, y se fruncen porque no entendes por qué me gusta esta canción si es tan triste que nos raspa las rodillas; pero yo me siento en el piso y canto, y el frío se come mi piel y vos solo me estudias con tus cejas azabaches, otra vez. BANG TOMO II Tus zapatos militares se meten en el otoño y yo voy atrás, escoltando, siguiendo el tintineo de tus cadenas de metal con la solemnidad que solo los muertos cargamos. Y sabes que nunca me vas a tener que explicar nada pero no paras de hablar. Y yo soy eterna turista en tu puto mundo, en tus putas falanges que se despegan de mi pelo colorado que te hace enojar, de mis huesos que parecen querer escapar por debajo de mi ropa. BANG TOMO III ...

Tiempo

Te miro mientras te reís, pareces un montón de cascabeles mezclados con violines. Está llegando el fin, o algo así, y todavía no me aprendí los nombres de las calles. Te creció mucho el pelo desde la última vez que nos vimos, cuando ya dejábamos de conocernos un poco, pero a mis ojos índicos todavía les gusta la silueta que proyectas. Seguís oliendo a cosas blancas y pulcras, pero ya no es ropa limpia. Desde que nos conocimos, desde que somos calaveras de diamante, desde que descubrimos que teníamos movimientos compatibles, desde que nos salieron las muelas del juicio y nos asustamos y nos quisimos ir pero no sabemos a dónde, o no tenemos a dónde. Me enredo en las sabanas, te enredas en mi pelo y si pestañeas muy rápido tenemos diecisiete de nuevo. Hoy fume un cigarrillo menos, capaz algún día necesite mis seis minutos para decirte algo importante. Y me volví jirones parada en la vereda de tu casa  mientras tu nariz perfecta se reía de mí, mientras me sostenía de las...