Cancerberos
Acá donde la muerte es tan real, tan tangible. Donde todo es por demás irónico y ya no se puede ver nada, tal vez porque estamos demasiados ciegos, o es muy tarde, o porque estamos ocupados fabricando yelmos de lata con las chapitas de cerveza que tomamos esa noche, no me acuerdo cuál, pero fue una. Los edificios cambian de piel como si quisiera advertir que nada es permanente, pero nosotros ya lo sabemos y aprendimos a vivir con eso, aprendimos a sufrir con eso. Y el alba está diciendo que es tiempo de regresar o de perdernos para siempre convertidos en sal. Nos despellejamos en literatura rea, en labios que se parten por el frío o por las mordidas de los otros cancerberos o porque la noche es muy larga. La puta madre esta todo mal otra vez , te arrastro otra vez, y tenes los ojos llenos de espacio mientras te echo como a un perro como me eche a mi misma hace un tiempo porque no me puedo dar el lujo de necesitar, cuando acá adentro hay tanta pobreza de esa que no se ve, y es la p...