Eso que no sabes como decirme
Todo
adquiere una frialdad quirúrgica cuando te ríes de mi porque busco la felicidad
y repites que la felicidad no existe, solo existe un sentimiento transitorio de
menor miseria.
Pensar te
mata, y lo sabes, pero no te importa, y si no es porque sé que no eres tan mala
hasta diría que te gusta, pero solo es vanidad. Eres capaz de destruirte con
tal de demostrarme que estoy a kilómetros de ti, que por más que intente tu sabiduría
viene de otro lugar, de uno que nunca voy a conocer porque para mí o se está
bien o se está mal pero tu dominas tus tristezas, la geometría de las lagrimas,
el ruido que hacen las cosas al romperse. Vives preparada para el final, para
la extinción.
Me miras
como si no hay nada de mí que no hayas deducido ya, conoces la presión exacta
que debe ejercer tu dedo sobre la rueda para que el encendedor prenda al primer
intento, o la postura maestra donde tus senos se ven más puntiagudos, y sabes
que no me alcanzara la voluntad para no prestarte atención y dibujarte en mi
cabeza tan Eva, tan musa, tan araña, pequeña, confundida, maja.
Eres inmune
a los procesos de alienación porque mañana nunca sabes, tu enajenación es fina
y laberíntica, y yo no lo entiendo así que solo me queda amarte hasta donde me
permites. Pero no puedo andar mordiéndome la lengua evitando infiltrar en tus
ideas el para siempre, porque si algo es
para siempre significa que nosotros también seremos para siempre, porque
debemos acompañar ese algo que es, y lo tomas como un secuestro implícito, pero
solo es mi forma de decirte que no todo debe ser a sangre fría.
Cuando
descuido tu presencia me devuelves una indiferencia diabólica, que me aprieta
la panza quitándome todo el aire. No es que no me importes, o que me olvide de
ti, solo omito amalgamarte con aquella que vive cuando cierro los ojos, y la
veo darme un beso con ruido o caminar con sus zapatos acordonados con la pericia de una prófuga. Pero aquí, en esta
realidad, solo bebes tu té de manzanilla con esa actitud de tener las medias
mojadas, sin
saber que cuando me invitas al remanso me causas más pavor que cuando lo haces
a la guerrilla.
Gracias.
ResponderEliminarDiossssss, qué bien escribís! No puedo dejar de leerte. Llegué acá porque alguien de mi TL te dio RT y vi que tenías blog. Yo también escribo, poemas, pero ni si comparan a tus escritos. Tenes nueva fan. Un besote grande y gracias por compartir este talento maravilloso
ResponderEliminarEs hermoso lo que escribes, deberías dedicarte a esto. Tienes cuenta de watpadd?
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